
Después de que sus primeras grabaciones no consiguieran despertar el interés de ninguna discográfica, Michael Brown decidió disolver el grupo y se fue a California. Sin embargo, los otros miembros retomaron una de sus composiciones, "Walk Away Renee" -de la que sólo se había grabado un esbozo-, completaron su grabación y la lanzaron como single junto con "I Haven't Got the Nerve". Alcanzaron el número 6 de las listas norteamericanas. Ante este éxito, el grupo volvió a unirse y publicó otro single:
Pretty Ballerina/Lazy Day, que llegó al número 15. A principios de 1967 llegó su primer álbum,
Walk Away Renee/Pretty Ballerina. Con apenas 18 años de edad cada uno, Michael Brown y su grupo lograron una obra maestra, una de las joyas más ocultas del pop. Todas las canciones de este disco pertenecen a un mismo manual de estilo: melodías brillantes potenciadas por los arreglos, que las llenan de lirismo y de una belleza turbadora, junto con la impresionante calidad de las armonías vocales. El disco empieza con "Pretty Ballerina", que incluye una pegadiza línea de teclado que explota en un estribillo memorable. De hecho, esta canción, así como "Walk Away Renee" y "She May Call You Up Tonight", las compuso Brown inspirado por su enamoramiento hacia
Renee Fladen, la novia de Tom Finn. Sigue "She May Call You Up Tonight", otra de las grandes canciones del disco -si es que hay alguna que no lo sea-, donde la brillantez de una melodía de fuerte influencia beat se hace omnipresente y no necesita siquiera ser respaldada por los arreglos. "Barterers and their wives" explora un cierto aire medieval, y es un claro ejemplo de la maestría con que los Left Banke conjuntaban sus voces. Enseguida un clavicordio introduce "I've Got Somehing On My Mind". En esta excelente canción, la melodía, limpia y perfecta, sujeta sobre un ritmo constante de batería, da paso a breves pasajes instrumentales, reflexivos y de una gran belleza.

Hasta aquí el recorrido del álbum ha sido intachable, pero con "Let Go Of You Girl" se alcanza el éxtasis. Probablemente la mejor canción del disco, dibujada sobre un teclado hipnótico y constante a lo largo de la composición, y que se hunde en nuestro interior hasta embriagarnos. Las voces, en esta ocasión, se hacen hermanas gemelas de la de
Colin Blunstone de los Zombies. Después de una canción de este calibre, "Evening Gown" suena un poco a interludio de lujo, con todos los ingredientes característicos del grupo. Pero pronto aparece otra joya: "Walk Away Renee", que como hemos visto había sido todo un éxito en single. En este caso se trata de una composición más melancólica, perfecta dentro de las leyes del pop. Las cuerdas subrayan la tristeza de la melodía, anticipando la mayor oscuridad de la última parte del disco. Antes, sin embargo, podemos ver cómo el grupo lleva a cabo una canción country, "What Do You Know?", que no resulta demasiado discordante porque sus matices son típicamente Brown. "Shadows Breaking Over My Head" recuerda de nuevo a los Zombies, y sigue la norma general del disco en cuanto a la excelente conjunción de las voces y la perfección de la melodía, que en este caso acentúa su faceta melancólica. "I Haven't Got The Nerve" tiene un carácter más rítmico, y otra vez el clavicordio es el protagonista. El disco se cierra con un sello de oro, "Lazy Day", donde aparece una guitarra eléctrica abrupta, casi terrorífica. La melodía, más enérgica que en las anteriores canciones, deja claro que si en la primera parte del disco ha primado la placidez pop, al final queda un regusto oscuro, de tristeza próxima a la desesperación.

Poco después de este gran disco de belleza crepuscular, desconocido e infravalorado en su época, los miembros de los Left Banke deciden separarse, sobre todo por la voluntad de Michael Brown de dedicarse totalmente a la composición en estudio. Esto supone bastantes problemas, ya que Brown continúa grabando con el nombre del grupo, bajo la oposición del resto. Desde esta separación, Brown edita el single
Ivy Ivy/And Suddenly. "Ivy Ivy" es una canción enorme, inmejorable, con una melodía onírica donde unos precisos arreglos de trompeta subrayan ese tono de ensueño feliz. Sin duda, una canción así hubiera hecho que discos como
Sgt. Pepper's o
Pet Sounds fuesen aún más grandes, y demuestra el estado de inspiración en que se encontraba Brown. Por otro lado, también es muy alto el nivel de calidad de "And Suddenly", una elegante y sofisticada canción pop que juguetea con el estilo crooner. A pesar de la excepcionalidad de este single, no tuvo ningún éxito por el boicoteo que los otros miembros del grupo realizaron desde el club de fans, con el resultado de que la compañía se negó a promocionarlo.

Brown se reintegra al grupo tres meses más tarde para grabar las canciones "Desiree" e "In The Morning Light", compuestas por él mismo junto a
Tom Feher, que había colaborado en el primer disco y en el single
Ivy Ivy/And Suddenly. "Desiree" ahonda en la melancolía con la que terminaba el primer disco de los Left Banke, y se sirve de unos arreglos orquestales más recargados y estridentes, pero no pierde en ningún momento la estela de calidad propia de Brown. "In the Morning Light" también incorpora este abigarramiento instrumental, al cual añade un cierto tono épico hasta entonces inexistente en las canciones del grupo. La calidad de estas grabaciones era muy alta, pero los Left Banke no volvieron a conseguir el éxito que obtuvieron con los singles del primer disco. Michael Brown se fue de nuevo, esta vez definitivamente, y el resto del grupo se centró en la preparación de un nuevo disco. El peso compositivo recayó entonces sobre Tom Finn, con la ayuda del guitarrista Tom Feher.
Y a pesar de todo, The Left Banke Too es un muy buen disco, de escucha necesaria, aunque quizá resulta un tanto artificial con respecto al anterior. Sin Michael Brown, los demás miembros del grupo se centran en recrear las características de su estilo sin aportar otras novedades, a excepción del abultamiento orquestal y el intento de una mayor complejidad en la estructura de las canciones. A pesar de todo, "Goodbye Holly" es una canción pop que vuela alto, de las mejores del disco, con un perfecto estribillo basado en la conjunción de las voces. "There's Gonna Be A Storm", por el contrario, se basa en la sensación completa de canción, con unos arreglos sensuales, antes que en la pegada del estribillo. "Sing Little Bird Sing" es una composición hermosa, otra vez con ribetes medievales y unos arreglos que incluyen arpas, cuerdas y distintas percusiones. "Nice To See You" tiene una fuerte influencia de los Beatles más psicodélicos, y "Give The Man A Hand" es una canción que engaña, pues su comienzo triste, casi una plegaria, da lugar a un estribillo soleado y brillante, configurando una de las mejores canciones del álbum. En "Bryant Hotel" volvemos a encontrarnos a los Zombies, y "Dark is the Bark" es de nuevo una canción sobrecargada de arreglos, lánguida y melancólica, aunque tal vez un poco hueca. Lo mismo podría decirse de la última, "My Friend Today". En este álbum también se incluyen las dos canciones anteriormente aparecidas en single, "Desiree" e "In The Morning Light", la única participación de Michael Brown.
El álbum no logró ningún éxito, por lo que el grupo volvió a separarse. Sin embargo, en 1969 se editó un nuevo single de los Left Banke,
Myrah/Pedestal, a cargo de Michael Brown y Steve Martin. Estas dos magníficas composiciones -resulta difícil decir cuál de ellas es mejor- son la culminación del estilo Left Banke, y una irrefutable muestra del talento de Michael Brown. Con ellas termina la brillante historia en los sesenta de uno de los mejores -y más desconocidos- grupos del pop de cámara.
La carrera de Michael Brown se prolongó durante los años setenta en grupos como
Montage y
Stories. Los Left Banke editaron un nuevo disco como grupo en 1986,
Strangers On A Train (después de ocho años desde que empezara a grabarse), aunque no tuvo ninguna repercusión. Como decíamos al principio, el paso de los años ha hecho que, desde la oscuridad, la obra de los Left Banke continúe reluciendo y adquiriendo importancia. Actualmente, dejar pasar esta colección de canciones sería un lujo suicida para cualquier aficionado al pop.
El recopilatorio
There's Gonna Be A Storm reúne todas las canciones de la época clásica del grupo, y acaba siendo imprescindible para cualquier persona mínimamente interesada en el pop de los sesenta. Enorme y rebosante de algunas de las más bellas canciones que se han grabado nunca, no se puede dejar pasar.
Escribí este artículo hace ya varios años, allá por el 2002. Apareció originariamente en la página web Los 60.