Me apetece hoy hablar de uno de los discos más preciados para mí, el cálido, imaginativo In the Land of Grey and Pink, que en la edición española en vinilo que tengo incluye, además, el disco anterior, If I Could Do It All Over Again I'd Do It All Over You (aunque esto no se indica en ninguna parte, lo presentan directamente como disco doble). Me pasé años escuchando los dos pensando que eran el mismo.
Y es que con In the Land of Grey and Pink se relajan, todo fluye de manera mucho más natural, sus influencias se concentran en un sonido que no se parece a ningún otro y que se llena de encanto y amabilidad. De hecho, la portada, una paisaje imaginario que parece sacado de cualquier novela de Tolkien, da muchas pistas sobre la identidad del disco. "Golf Girl" es muy suya, con sus estribillos folk, sus flautas y cuerdas, y ese sonido de trompeta que la hace tan característica. "Winter Wine" es un mundo aparte, al principio hasta parece un cantar de gesta a manos de un juglar, pero luego aparecen el bajo y la batería y para acabar un fabuloso estribillo pop marca de la casa, y al conjunto en sí no hay que buscarle más explicaciones, es simplemente el inconfundible sonido Caravan. "Love To Love You" basa su pegada en su sencillez, su inocencia, es una recreación desacomplejada del "Louie Louie" pero mucho más pop. La cara A se acaba con "In The Land Of Grey and Pink", carismática, épica, incansable, estamos ante algo especial que resume las características de todo el disco, accesible, sencilla, incluso muy pegadiza, pero algo distinto, es rock experimental en el sentido más positivo del término. No se convierte en un ejercicio aburrido para pedantes, sino que sigue manteniendo un espíritu fresco y una garra invencible.
La cara B se presenta más jazz, de carácter más improvisador, pero curiosamente suena igual que las canciones más pop de la cara A, es toda una delicia escuchar esas ramificaciones porque no se pierde el sonido, tan sencillo y adictivo (por decirlo de alguna manera, entra como el agua). Aunque parece proponer otro tipo de escucha, en realidad tampoco es tan distinto, y de hecho alguna que otra canción sigue brotando, ya casi heroica, entre los bosques instrumentales firmemente trazados.
Lo único que me queda es recomendar por completo su escucha, es toda una gozada, un disco al que volveréis continuamente, si es que no lo conocéis. Y mejor aún si os hacéis con esa edición en disco doble que incluye también el disco anterior.
De hecho, sí se nota una evolución entre uno y otro. En If I Could Do It All Over... hay todavía una especie de indecisión, se percibe un talento inmenso pero, al mismo tiempo, no hay un camino definido. Encontramos grandes canciones pop, porque Caravan era un grupo firmemente apegado a la belleza de la melodía, aunque se le asocie con el rock progresivo. "And I Wish I Were Stoned Don't Worry" es para mí la obra maestra de este disco, una cuidada y cambiante composición con montañas emocionales, cuerdas, melodías, curvas, senderos. Aquí se define ya un sonido reflexivo, amable, pero lleno de sustancia, esa especie de punto de encuentro entre la psicodelia, las digresiones jazz, el folk y el pop que todavía no sabían concretar a la perfección. Por ejemplo, "Only Cox Reprise" es pura psicodelia de un par de años atrás, y con "Hello Hello" se vuelve a un folk casi se podría decir que medievalizante. Un gran disco, todavía una prueba, pero un gran aperitivo para el siguiente, destacado generalmente en las listas de los mejores discos del rock.
Y es que con In the Land of Grey and Pink se relajan, todo fluye de manera mucho más natural, sus influencias se concentran en un sonido que no se parece a ningún otro y que se llena de encanto y amabilidad. De hecho, la portada, una paisaje imaginario que parece sacado de cualquier novela de Tolkien, da muchas pistas sobre la identidad del disco. "Golf Girl" es muy suya, con sus estribillos folk, sus flautas y cuerdas, y ese sonido de trompeta que la hace tan característica. "Winter Wine" es un mundo aparte, al principio hasta parece un cantar de gesta a manos de un juglar, pero luego aparecen el bajo y la batería y para acabar un fabuloso estribillo pop marca de la casa, y al conjunto en sí no hay que buscarle más explicaciones, es simplemente el inconfundible sonido Caravan. "Love To Love You" basa su pegada en su sencillez, su inocencia, es una recreación desacomplejada del "Louie Louie" pero mucho más pop. La cara A se acaba con "In The Land Of Grey and Pink", carismática, épica, incansable, estamos ante algo especial que resume las características de todo el disco, accesible, sencilla, incluso muy pegadiza, pero algo distinto, es rock experimental en el sentido más positivo del término. No se convierte en un ejercicio aburrido para pedantes, sino que sigue manteniendo un espíritu fresco y una garra invencible.
La cara B se presenta más jazz, de carácter más improvisador, pero curiosamente suena igual que las canciones más pop de la cara A, es toda una delicia escuchar esas ramificaciones porque no se pierde el sonido, tan sencillo y adictivo (por decirlo de alguna manera, entra como el agua). Aunque parece proponer otro tipo de escucha, en realidad tampoco es tan distinto, y de hecho alguna que otra canción sigue brotando, ya casi heroica, entre los bosques instrumentales firmemente trazados.
Lo único que me queda es recomendar por completo su escucha, es toda una gozada, un disco al que volveréis continuamente, si es que no lo conocéis. Y mejor aún si os hacéis con esa edición en disco doble que incluye también el disco anterior.
6 comentarios:
Te cuento una antiquísima historia que he recordado leyendo tu post. A ver si tu puedes aportar el eslabón perdido.
Hace muchos años hice una entrevista a Hilario Camacho, y le pregunté por cosas de su primer disco, aquel que traía "Los cuatro luceros", "Ven aquí"... me dijo que lo había grabado en Londres con músicos de estudio. El bajo, por ejemplo lo tocaba Roy Babbington, de Soft Machine; la guitarra, Mike Egan, de Caravan; la batería, Laurie Allan... textualmente me dijo éso de estos tres músicos. Yo con el tiempo he visto que Roy, sin duda era el que él decía, y Laurie era el batería de D.C. & The MB'S, el grupo en el que estaba Steve Miller, que fue quien sustituyó a Dave Sinclair en los Caravan después de grabar el disco de tu post... pero del que nunca he encontrado ninguna pista es del tal Mike Egan, que Hilario debió confundirse, porque en Caravn nunca ha habido nadie con ese nombre, ni en ningún grupo del Sonido Canterbury o de los adictos a la Soft Machinery, que yo sepa...
¿Alguna pista...?
Un placer descubrir tu blog, Ojala pronto pases por el mio y t guste.
Un abrazo,
http://carlos-musicacarlos.blogspot.com/
Carrascus: la verdad es que no tengo ni idea. Buscando en allmusic no doy con ese tal Mike Egan, y en Google aparece acompañando en algunos discos a Rick Wakeman, con lo que tampoco tendría demasiado que ver con Caravan...
Sí, Glasshead, yo ya también había hecho lo mismo. Seguramente será este Mike Egan el que intervino en la grabación del disco de Hilario, porque no hay ningún otro, y cumple otras características que le hacen adecuado, como que toca la guitarra, y tocaba en los primeros discos de Wakeman, "Las seis esposas de Enrique VIII", y "Viaje al centro de la Tierra", que se grabaron en Londres más o menos por la misma época (poco después) que el de Hilario Camacho. Seguramente Mike sería un músico de estudio que estuviese por allí junto a Caravan o alguno de sus miembros y de ahí el error de Hilario.
Es una pena que Hilario no me dijese más nombres, quizás hubiese en su disco algún Caravan de verdad.
De todos modos es curioso comprobar las sorpresas que a veces da escarbar un poco en los músicos o productores implicados en las grabaciones.
En cualquier caso el disco de Caravan es una joya, a escuchar con alguno de Hatfield and The North, por ejemplo, dentro del Canterbury Sound.
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