The Byrds aportaron a la historia de la música un sonido embriagador, inquietante, esotérico, fundamentado en la fusión de la guitarra Rickenbacker de 12 cuerdas de
Roger McGuinn con las melodías ásperas y ultraterrenales de
Gene Clark -como si viniesen de un rincón profundo e inexplorado del espíritu-, un milenario sabor folk y unas espirales psicodélicas y cósmicas que encajaban a la perfección en el conjunto. Su sonido marcó época e influyó posteriormente a cientos de grupos que se dejaron llevar por esos senderos místicos del pop, siempre enmarcados en canciones de dos minutos y medio. Uno de los grupos más especiales y originales de la historia de la música no merecían menos que un tributo a su altura.

La historia de este recopilatorio que hoy presento es casi igual de misteriosa que la música de Clark y compañía. No tengo dudas de que se trata de una de las mejores colecciones de canciones que he escuchado nunca, y sin embargo nunca se ha comercializado, de hecho creo que ésta es la primera vez que alguien lo cuelga, pese a tener ya merecida fama en varios foros. Su autor,
Manolo Martos, un usuario de Soulseek que se conecta cada mucho tiempo, demuestra un gusto exquisito en la elección de las canciones y una sorprendente cultura musical. No hay ningún tema que suene fuera de lugar, todos remiten inmediatamente a los Byrds, en sus distintos matices, y lo que es más difícil: podrían haber sido compuestos por ellos. No es un puro calco sin sustancia, se trata de canciones de primer orden que podrían haber salido en cualquiera de sus discos.

Veintidós temas, casi ochenta minutos de música de una calidad extraordinaria que resucita los mejores momentos de los Byrds con sencillez, humildad y pasión, y entre los cuales, como quien no quiere la cosa, se encuentran algunas de las mejores y más escondidas canciones del pop. Vamos a encontrar guitarras Rickenbacker por doquier, increíbles giros emocionales, voces susurrantes a lo Gene Clark, armonías vocales pluscuamperfectas y el cósmico sentido de la belleza que se inventaron los Byrds. Hay que destacar la canción de
The Fraternal Order of The All, "Space And Time", espectacular trallazo de comienzo en el que se emulan los coros derretidos tan característicos del grupo, y que mantendría el tipo en
Mr. Tambourine Man. En cambio, "Candle and Birds", de
The Lears, es una maravilla que se acerca mucho al sonido de los grupos del Paisley Underground, fanáticos de los singles perdidos de garage, de la recopilación
Nuggets y, cómo no, de los discos de los Byrds. De la canción de
The Quarter After, "So Far To Fall", hay que señalar las voces que caen en cascada, sostenidas por la fuerza de la Rickenbacker y su férrea estructura de acordes. Adictiva a más no poder, se trata de una hermosa melodía que se desgrana con facilidad, como una sucesión de imágenes de caleidoscopio.

Resulta inevitable citar a los
Jayhawks y "Sprayforme". Son unos grandes, quien lo dude no tiene más que escuchar su gigantesco disco
Rainy Day Music. Nunca han dejado de demostrar su amor por el pop clásico, y aquí, cómo no, toca homenajear a los Byrds, con un emocionante, breve, potente estribillo que sugiere bellos y reflexivos atardeceres. Igual de necesario es hablar de
Teenage Fanclub y su aportación, "Accidental Life". El grupo más importante de los 90 nunca ha ocultado que una de sus fuentes primordiales son los Byrds, y han sido tan buenos que su importancia, sin exagerar, podría equipararse a la de su grupo fetiche. Aquí suenan a Byrds más que nunca, pero es que Teenage Fanclub casi siempre suenan a este grupo, y lo genial es que, aun así, no dejan de ser ellos. Por lo demás, la canción sigue su magnífica línea: elegante, refinada, cristalina, pura. Más desconocida es "Starbyrd", de
Starbyrd, y esta canción me gusta especialmente, porque recuerda mucho a Gene Clark, mi debilidad personal, en la voz, en la manera de cantar, tranquila, susurrante, cargada de experiencia y sabiduría. Algo así como una persona comunicándose con el universo en una noche estrellada. Una absoluta genialidad que se queda en la memoria para siempre.

Tampoco puedo dejar de mencionar "She's The Girl (Who Said No)", de
The Tweeds, otra de mis preferidas. Cuando una canción me llega me parece la mejor cosa del mundo, no puedo evitarlo, y éste es uno de esos casos. Este tema lo tiene todo, es una apasionante y despechada confesión, no deja de emocionar en cada uno de sus segundos, una melodía increíblemente pegajosa, pero no en el sentido lúdico, sino más bien en su vertiente más triste y apática, sin histrionismos de ningún tipo, desoladora y hermosa al mismo tiempo. Otro alto ineludible en el camino es la canción de
The Optic Nerve "Like To Get To Know Her". Magistral, una de esas canciones que pone la piel de gallina, de nuevo una voz que susurra a lo Gene Clark, hablando desde la inmensidad de los tiempos y magníficamente acompañada por un coro que repite las palabras justas en el momento adecuado. Y de "If He's So Great", de
The Resonars, se puede decir que es una joya pop que nos va a conmover mil veces con sus desesperados coros, deliciosamente modulados.

Hay que dar especial importancia a la canción de
Rockfour, "Oranges". La obra maestra de este recopilatorio, quizá colgarlo sea una excusa para hablar de ella. El grupo israelí Rockfour demuestra que cuando se olvidan de sus insípidos desvaríos a lo
Radiohead y se centran en lo que saben hacer, componer canciones redondas de influencias del pop clásico, son insuperables. Y de hecho, recuerdo especialmente esta canción porque se acopló enigmáticamente a mis sueños, mientras dormía en un largo viaje en tren. Una canción que sale de un lugar abismal y misterioso, imposible más perfección, desde esa puntillosa guitarra de doce cuerdas, trazando sus destellos complejos y a la vez tan sencillos, poniéndose en primer plano a veces, detrás de la canción en otras ocasiones; hasta la convicción con la que cantan, reivindicando quizá un extraño secreto en una de las melodías más furiosas y adhesivas que he escuchado nunca, con un claro parecido al tono de otro clásico de
The Electric Prunes ("I Had Too Much To Dream Last Night"). Todos sus detalles son geniales, concisos, funcionan como un mecanismo de relojería y en definitiva resulta una experiencia alucinante, una especie de sueño absorbente que no puedo más que recomendar una y otra vez. En definitiva, un clásico de todos los tiempos publicado en el año 2000 en su disco a veces excepcional, a veces aburrido,
Supermarket. Y le sigue "You're My Drug" de
Dukes of Stratosphear. De este grupo, la encarnación psicodélica de
XTC, hablaré detenidamente más adelante. Por ahora, basta decir que esta canción es un genial cóctel de Byrds y garage, trazado con una clase ilimitada, empezando con el bajo burbujeante y siguiendo con esas apabullantes, celestiales, entrelazadas voces, como si estuviesen esculpidas en oro, que dan paso al estribillo, diluido en una distorsión inspirada en la clásica "Open Your Eyes" de
The Nazz.
Sólo he citado unas cuantas, pero lo cierto es que el resto son también muy buenas y probablemente acabaréis teniendo vuestras propias favoritas. Vuelvo a decir que este recopilatorio es imprescindible, pues condensa a la perfección el marasmo de sueños y folk que en definitiva fue la música de los Byrds. Estoy convencido de que os hará disfrutar tanto como lo ha hecho conmigo, y que descubrir todos sus secretos os llevará un largo tiempo de placer, diversión y experiencias místicas.
Byrdy. Tributo a las maneras de The Byrds1. The Fraternal Order of the All.
Space And Time2. Starry Eyed & Laughing.
Chimes Of Freedom3. The Lears.
Candle And Birds4. The Remayns.
Go Ahead5. The Quarter After.
So Far To Fall6. The Jayhawks.
Sprayforme7. Teenage Fanclub.
Accidental Life8. American Suitcase.
Million Dollar Man9. Starbyrd.
Starbyrd10. The Grip Weeds.
Strange Bird11. Tweeds.
She's The Girl (Who Said No)12. The Optic Nerve.
Like To Get To Know Her13. Beachwood Sparks.
Something I Don't Recognize14. Bobby Sutliff.
In My Perfect Dream15. The Resonars.
If He's So Great16. Dramarama.
I Wish I Was Your Mother17. George Usher.
Another Man's Crown18. Rockfour.
Oranges19. Dukes Of Stratosphear.
You're My Drug20. Bill Kaffenberger.
In A Winter's Dream21. The Rhinos.
Memories And Bones22. Gene Parsons.
Melodies From a Bird in Flyght (For Clarence)