Everybody Else, trío californiano que acaba de debutar con un disco homónimo, mete el dedo en la llaga del eterno problema del power pop. Sin tapujos, es una clara muestra de la esquizofrenia del estilo, un carácter paradójico que lo ha convertido en un tesoro para entendidos a pesar de su espíritu accesible y, por qué negarlo, comercial. Su raíz más profunda, que no es otra que los primeros discos de los Beatles, fue alejándose de los gustos populares a medida que los sesenta quedaban atrás, eso sí, raíz bien cultivada y desarrollada por estrellas del género como Badfinger o los Nerves. Su condición de estilo de culto contrasta con su voluntad de llegar rápido a la fibra a base de melodías hermosas y guitarras combativas.
Ahí es donde llegan Everybody Else para introducir subrepticiamente y con alevosía una bomba de relojería en el corazón del aficionado al power pop. Porque su fresco, vibrante disco, está repleto de himnos pegajosos, que llegan a la primera, que explotan en el corazón porque no tienen más remedio. Y sin embargo, han elegido para ello un sonido muy limpio, muy mascado y adecuado para oyentes que jamás han tenido un disco de power pop entre las manos. De alguna manera, se han dedicado a pulir y a lucir esa innegable cara comercial del género, sin por ello dejar de hacer grandes canciones, llenas de talento y de una inmensa cultura musical a sus espaldas. Habrá quien los considere comerciales y futuros ídolos de adolescentes. Para mí, al menos por ahora y teniendo en cuenta el disco del que hablaré, son grandes, encantadores, imprescindibles.
La primera canción, "Meat Market", ya es una gloriosa introducción, adictiva, optimista, un single redondo y un buen derechazo para empezar, guitarreros, bulliciosos, pero también sensibles sin llegar a azucarados (es curioso, porque de esto sí que creo que peca a veces uno de los gurús incuestionables del power pop, Matthew Sweet). Por si no nos lo creemos aún, ahí está "Faker", con sus coros, sus cambios de ritmo, su bajo intrépido, ordenado, saltarín y sin tregua. "I Gotta Run" es deliciosa, ya desde ese inicio casi recitado, sensible a más no poder, reposada, con la limpia, tierna voz de Gerety exhibiéndose (sin dar la nota, por supuesto), e "In Memoriam" sería asaltada sin preámbulos por la Mtv a poco sagaces que fueran: no hay más que escuchar el estribillo, sí, muy comercial, quizá demasiado para el más talibán de los aficionados al género, pero sin duda irresistible e increíblemente adictivo. Tampoco puede dejarse pasar la dolida "Born To Do" y sus rabiosos guitarrazos.
Con "Rich Girls, Poor Girls" llega la cumbre del grupo, un single potente y una de las mejores canciones de lo que llevamos de década, absolutamente maravillosa porque además, en su estribillo es imposible dejar de saborear los rastros de cuarenta años del mejor pop de guitarras, hay de todo, desde los Who a Badfinger, pasando por los Raspberries y siguiendo con Paull Collins. Fantástica recreación de la historia de un género, increíble composición llena de desfachatez, encanto y energía. "Makeup" se mueve en la línea más sensible del disco, sin que esto quiera decir nada malo, porque no deja de haber una base rítmica consistente, pero eso sí, se potencia al infinito la dulzura de la melodía, siempre hasta ese punto en el que todavía no empacha. "Without You" es otro fenomenal trallazo, y aviso, muy pegajoso, Everybody Else se han doctorado en la universidad de los estribillos vitaminizados y no dejan de alardear de ello. "Say Goodbye" es más que nada simpática, llegados a este punto Everybody Else ya deberían habernos robado el corazón por su honestidad y su fe ciega en lo que hacen. Porque aunque "The Longest Hour of My Life" suene a 40 principales, y "Button For Punishment" a canción que las adolescentes escucharían mientras lloran después de dejarlo con su novio, en realidad las dos tienen contenido, una estructura firme y sabia, un incontenible amor por el pop que ha elegido su forma más depurada y de radiofórmula. De "Alone In The World" sólo digo que es un tema espectacular, de cierto aire apocalíptico y melancólico, el broche final de un disco que será recordado durante largo tiempo.
Así pues, Everybody Else, a golpe de talento, demuestran que no son simplemente unos guaperas de postín con una música prefabricada y adecuada a su imagen. Todo lo contrario, por fortuna son el primer paso para que definitivamente el power pop se convierta en un estilo de masas. No es justo decir que estas canciones son comerciales sólo porque juegan a potenciar el lado más accesible del género. Y menos justo aún para uno mismo es negarse a disfrutar de ellas por este motivo.
El disco está aquí.
Ahí es donde llegan Everybody Else para introducir subrepticiamente y con alevosía una bomba de relojería en el corazón del aficionado al power pop. Porque su fresco, vibrante disco, está repleto de himnos pegajosos, que llegan a la primera, que explotan en el corazón porque no tienen más remedio. Y sin embargo, han elegido para ello un sonido muy limpio, muy mascado y adecuado para oyentes que jamás han tenido un disco de power pop entre las manos. De alguna manera, se han dedicado a pulir y a lucir esa innegable cara comercial del género, sin por ello dejar de hacer grandes canciones, llenas de talento y de una inmensa cultura musical a sus espaldas. Habrá quien los considere comerciales y futuros ídolos de adolescentes. Para mí, al menos por ahora y teniendo en cuenta el disco del que hablaré, son grandes, encantadores, imprescindibles.
La primera canción, "Meat Market", ya es una gloriosa introducción, adictiva, optimista, un single redondo y un buen derechazo para empezar, guitarreros, bulliciosos, pero también sensibles sin llegar a azucarados (es curioso, porque de esto sí que creo que peca a veces uno de los gurús incuestionables del power pop, Matthew Sweet). Por si no nos lo creemos aún, ahí está "Faker", con sus coros, sus cambios de ritmo, su bajo intrépido, ordenado, saltarín y sin tregua. "I Gotta Run" es deliciosa, ya desde ese inicio casi recitado, sensible a más no poder, reposada, con la limpia, tierna voz de Gerety exhibiéndose (sin dar la nota, por supuesto), e "In Memoriam" sería asaltada sin preámbulos por la Mtv a poco sagaces que fueran: no hay más que escuchar el estribillo, sí, muy comercial, quizá demasiado para el más talibán de los aficionados al género, pero sin duda irresistible e increíblemente adictivo. Tampoco puede dejarse pasar la dolida "Born To Do" y sus rabiosos guitarrazos.
Con "Rich Girls, Poor Girls" llega la cumbre del grupo, un single potente y una de las mejores canciones de lo que llevamos de década, absolutamente maravillosa porque además, en su estribillo es imposible dejar de saborear los rastros de cuarenta años del mejor pop de guitarras, hay de todo, desde los Who a Badfinger, pasando por los Raspberries y siguiendo con Paull Collins. Fantástica recreación de la historia de un género, increíble composición llena de desfachatez, encanto y energía. "Makeup" se mueve en la línea más sensible del disco, sin que esto quiera decir nada malo, porque no deja de haber una base rítmica consistente, pero eso sí, se potencia al infinito la dulzura de la melodía, siempre hasta ese punto en el que todavía no empacha. "Without You" es otro fenomenal trallazo, y aviso, muy pegajoso, Everybody Else se han doctorado en la universidad de los estribillos vitaminizados y no dejan de alardear de ello. "Say Goodbye" es más que nada simpática, llegados a este punto Everybody Else ya deberían habernos robado el corazón por su honestidad y su fe ciega en lo que hacen. Porque aunque "The Longest Hour of My Life" suene a 40 principales, y "Button For Punishment" a canción que las adolescentes escucharían mientras lloran después de dejarlo con su novio, en realidad las dos tienen contenido, una estructura firme y sabia, un incontenible amor por el pop que ha elegido su forma más depurada y de radiofórmula. De "Alone In The World" sólo digo que es un tema espectacular, de cierto aire apocalíptico y melancólico, el broche final de un disco que será recordado durante largo tiempo.
Así pues, Everybody Else, a golpe de talento, demuestran que no son simplemente unos guaperas de postín con una música prefabricada y adecuada a su imagen. Todo lo contrario, por fortuna son el primer paso para que definitivamente el power pop se convierta en un estilo de masas. No es justo decir que estas canciones son comerciales sólo porque juegan a potenciar el lado más accesible del género. Y menos justo aún para uno mismo es negarse a disfrutar de ellas por este motivo.
El disco está aquí.
8 comentarios:
2 de la mañana, cascos a tope, y los pelos de punta. ¡¡¡¡Vaya descubrimiento!!!!
Definitivamente, me declaro adicto de sus recomendaciones, compartimos gustos punto por punto -que no sabiduría-.
¿Controla a los australianos Starky?
Hola Marlon, me alegro de que te haya gustado y de que aquí descubras buenos grupos. A Starky no los conozco. Veo que tienen sólo dos discos publicados. Voy a ver qué encuentro de ellos
Del segundo disco de Starky te puedes olvidar, es basura pretenciosa, entre Radiohead y Arcade Fire. Pero el primero es canela en rama, seguramente el mejor disco de power pop de lo que llevamos de década. Si no lo encuentra se lo subo ;)
Suscribo lo de Starky.
Estos Everybody Else, como sabrás, causaron cierto enfrentamiento en nuestro foro. Yo me declaré del lado de los que les ha gustado el disco. Cierto que a veces suena algo comercial, pero tambien suenan algo comerciales McFly o Click Five y me gustan!!!
Saludos,
Luis
Me ha encantado el artículo. Además de coincidir plenamente con el contenido (salvo en lo de "The longest hour of my life" que me parece una de las mejores canciones del disco), me encanta como está expresado y enfocado.
¡Enhorabuena!
Kindapop
Lo estoy escuchando y rebosa frescura y desfachatez. La misma que reinaba en los gloriosos días de la new wave, cuando el pop-rock vivió su fugaz edad de oro.
Me gustan. De efecto inmediato, ideales para sacudirse la modorra veraniega.
¿Comerciales? ¿Y qué? Hay que desechar ese malditismo algo fundamentalista que rodea al pop rock, o acabará escuchándose en los museos de arquelogía y siendo ignorado por las nuevas generaciones. Y sería una pena que una música tan impetuosa, visceral y juvenil perdiera su auténtica razón de ser.
Saludos !
me gustaria saber donde puedo comprar el disco de everybody elsa, y el primero de starky
gracias
yo me dedico a pinchar en locales de rock, pop, soul, garage....
y digo que siempre nos quejamos de que somos los menos quienes escuchamos esto, prefiero que sea comercial everybody else, artful dodger o left banke a que lo sea bisbal, bustamante y chenoa, o no estais deacuerdo?
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