Los Iberos fueron un grupo creado para el éxito, que dispuso en su momento, a finales de los 60, de un presupuesto privilegiado para dar forma a algunas de las mejores canciones que se han grabado nunca. No cumplieron las expectativas comerciales y su carrera se desinfló rápidamente. Sin embargo, dejaron una estela de fabulosos temas que bebían del mejor pop de la época, un batido dulce y refrescante formado a partes iguales por el libro de estilo del pop británico, la exuberancia del sunshine pop californiano (siempre para embellecer, nunca para empalagar) y una serie de melodías que hoy por hoy son clásicos caídos en el olvido, y que demuestran de nuevo el inmenso talento que floreció en España a raíz de la invasión británica. El influjo de la música sajona ha inspirado en este país toda una serie de grupos capaces de ponerse al mismo nivel que sus modelos, ha dado como resultado un substrato cultural de un valor incalculable y que todavía fermenta (basta con citar a grupos como los Feedbacks o Protones). Y por este motivo es una lástima, casi una desgracia, que hoy por hoy en nuestros medios de difusión masivos -y podría decirse que también en muchos de los especializados- la música autóctona se reduzca al flamenco o similares, los subproductos latinoamericanos, los cantautores, los grupos "indies" y demás fantoches que pululan por ahí sin avergonzarse.
La producción de los Iberos es más bien escasa. Apenas dejaron una ristra de singles y un LP que los recopilaba. Cronológicamente, "Summertime Girl" fue su primer bombazo. El comienzo sabe a clásico, el resto ya es historia. Se trata de una canción que podría haber sido uno de los hits de los Turtles, y que se construye sobre una exquisita, refinada melodía, apoyada por unas trompetas sencillamente geniales. En definitiva, un motivo más para creer en la leyenda del pop de los 60. La cara B de este single, "Hiding Behind My Smile", recurre a los estallidos preciosistas del pop californiano, es una orgía del sonido elaborado a partir del Pet Sounds y de grupos como Millenium, Yellow Balloon o Sagittarius, quizá con cierto ritmo trepidante que parece más bien extraído del garage. "Las tres de la noche", ya cantada en español, encarna el mejor pop de cámara que se ha hecho nunca en este país, preciso, se parecen a los Zombies, a Love, la melodía es delicada, está tiernamente arropada por unas cuerdas como riachuelos. Y entonces llega su absoluta obra maestra, la apabullante, directa como un gancho, fresca, síntesis de lo mejor que dio esa década de oro, "Corto y Ancho". Y encima, cantada en español. Lo mágico de esta canción es que empieza de la mejor manera posible, la introducción es de matrícula de honor, una melodía excitante que nos lleva adonde quiere, es decir, al estribillo, seductora, embaucadora, hipnótica. Una vez lo consigue, no vuelve a aparecer, porque ya nos tiene en sus manos: en cuanto escuchamos esas voces, entre ascendentes y descendentes, esas trompetas trazando líneas celestiales a su antojo, no podemos hacer nada, los ojos nos brillan, estamos poseídos, somos parte de todos esos sonidos chispeantes, de ensueño, que cristalizan a nuestro alrededor y nos enseñan un paraíso desconocido, de una belleza indescriptible, rebosante de promesas y secretos. Una catarsis sonora inolvidable.
Después llegaron varios singles potentes. "Nightime" es una canción suave, llevada a ritmo de mecedora, y "Why Can't We Be Friends" se mueve con soltura en las pautas del pop de calidad, con un sonido más entregado a los arreglos orquestados, pura psicodelia californiana cuando aún no había degenerado en los insoportables empachos de grupos como Grateful Dead. "Liar Liar" es una estupenda versión del grupo de garage The Castaways, magnífica tanto en el falsete como en captar a la perfección el espíritu de la canción original y revestirla de sonidos de cristal y ébano. Los pildorazos energéticos de la factoría Motown aparecen por primera vez en "Mary and She", junto con el gusto por la canción chicle y las ganas de ser pegadizos y de que cada melodía entre en el paraíso de las grandes. "Te alcanzaré" es un paso más a la hora de fijarse en los ritmos que utilizaban las Supremes, y por eso resulta tan cándida y especial, es la canción del enamorado ingenuo, al que todavía no han roto el corazón. En síntesis, una ingeniosa mezcla del pop de Detroit y el británico a manos de un grupo que por entonces estaba dando lo mejor de sí mismo. Y como siempre han hecho los grandes grupos del pop de cámara, "Amar en Silencio" es una de esas canciones de pop medieval, parece escrita hace siglos, sin que deje de sonar instantánea y popular, como un romance, misteriosa, perenne. Con "Fantastic Girl" quizá llegaron a la cumbre, se trata de otra golosina de pop envuelto en celofán a la que no le falta nada de lo que tienen los grandes éxitos del sunshine pop, un estribillo luminoso y radiante y un sonido con arreglos tan cálidos que cada detalle golpea por dentro. Aún tuvieron tiempo de entregar una nueva obra maestra del pop lustroso, "Back In Time", con una melodía refinada y emocionante y unos "pa-pa-pa" que enamoran.
No obstante, el grupo comenzaba ya su declive. En 1970, Enrique Lozano, uno de los dos miembros importantes, se resintió de las secuelas de un antiguo accidente de tráfico y tuvo que abandonar el grupo. Se quedaba al mando Adolfo Rodríguez, que terminaría formando parte de los excepcionales Solera para seguir contribuyendo a la causa del pop. Precisamente, "Angelina" ya suena mucho a lo que Adolfo haría con ese grupo, es una gran canción que se fundamenta en un cambio de ritmo pensado para inyectar sentimientos, gracias a un estribillo memorable. "Con tu amor" también suena estupenda, no podía ser de otro modo si nos fijamos en ese bajo que le debe tanto a los Beatles. "Mañana", una versión de los Honeycombs, es más ramplona, empiezan a quedar lejos los logros de otros momentos y el sonido no es el mismo -ya no podían permitirse grabar en Inglaterra-, y aun así la melodía despierta un cierto cosquilleo y al final acaba haciéndose simpática. Lo mismo puede decirse de "Isabel", una grabación más sencilla, más de andar por casa, en la que ya se ve una decidida voluntad de vender más y una menor importancia de lo artístico, pero tiene su punto de gracia. "María, Tobías y John", aunque pueda resultar acomodaticia, engancha, especialmente sus cuerdas, sutilmente introducidas en la parte estratégica de la canción, y también con una melodía que parece un silbido humilde. En "Bajo el Álamo" ya no son ellos, me sabe mal decirlo pero hay una enorme distancia entre esta canción y sus más gloriosas composiciones, en los tiempos de Lozano. Por suerte, es la última y no repercute en la trayectoria de un grupo que alcanzó alturas prodigiosas.
Todas sus canciones fueron recopiladas en un CD de bizarro y desastroso diseño, titulado Pop de los 60, y que apareció en 1988. Un cofre del tesoro en el que podréis escuchar la magnífica producción de los Iberos, y que está a vuestra disposición en este enlace:
Los Iberos. Pop de los 60 (grabaciones completas)
Fotos tomadas de Guateque.net
Después llegaron varios singles potentes. "Nightime" es una canción suave, llevada a ritmo de mecedora, y "Why Can't We Be Friends" se mueve con soltura en las pautas del pop de calidad, con un sonido más entregado a los arreglos orquestados, pura psicodelia californiana cuando aún no había degenerado en los insoportables empachos de grupos como Grateful Dead. "Liar Liar" es una estupenda versión del grupo de garage The Castaways, magnífica tanto en el falsete como en captar a la perfección el espíritu de la canción original y revestirla de sonidos de cristal y ébano. Los pildorazos energéticos de la factoría Motown aparecen por primera vez en "Mary and She", junto con el gusto por la canción chicle y las ganas de ser pegadizos y de que cada melodía entre en el paraíso de las grandes. "Te alcanzaré" es un paso más a la hora de fijarse en los ritmos que utilizaban las Supremes, y por eso resulta tan cándida y especial, es la canción del enamorado ingenuo, al que todavía no han roto el corazón. En síntesis, una ingeniosa mezcla del pop de Detroit y el británico a manos de un grupo que por entonces estaba dando lo mejor de sí mismo. Y como siempre han hecho los grandes grupos del pop de cámara, "Amar en Silencio" es una de esas canciones de pop medieval, parece escrita hace siglos, sin que deje de sonar instantánea y popular, como un romance, misteriosa, perenne. Con "Fantastic Girl" quizá llegaron a la cumbre, se trata de otra golosina de pop envuelto en celofán a la que no le falta nada de lo que tienen los grandes éxitos del sunshine pop, un estribillo luminoso y radiante y un sonido con arreglos tan cálidos que cada detalle golpea por dentro. Aún tuvieron tiempo de entregar una nueva obra maestra del pop lustroso, "Back In Time", con una melodía refinada y emocionante y unos "pa-pa-pa" que enamoran.
No obstante, el grupo comenzaba ya su declive. En 1970, Enrique Lozano, uno de los dos miembros importantes, se resintió de las secuelas de un antiguo accidente de tráfico y tuvo que abandonar el grupo. Se quedaba al mando Adolfo Rodríguez, que terminaría formando parte de los excepcionales Solera para seguir contribuyendo a la causa del pop. Precisamente, "Angelina" ya suena mucho a lo que Adolfo haría con ese grupo, es una gran canción que se fundamenta en un cambio de ritmo pensado para inyectar sentimientos, gracias a un estribillo memorable. "Con tu amor" también suena estupenda, no podía ser de otro modo si nos fijamos en ese bajo que le debe tanto a los Beatles. "Mañana", una versión de los Honeycombs, es más ramplona, empiezan a quedar lejos los logros de otros momentos y el sonido no es el mismo -ya no podían permitirse grabar en Inglaterra-, y aun así la melodía despierta un cierto cosquilleo y al final acaba haciéndose simpática. Lo mismo puede decirse de "Isabel", una grabación más sencilla, más de andar por casa, en la que ya se ve una decidida voluntad de vender más y una menor importancia de lo artístico, pero tiene su punto de gracia. "María, Tobías y John", aunque pueda resultar acomodaticia, engancha, especialmente sus cuerdas, sutilmente introducidas en la parte estratégica de la canción, y también con una melodía que parece un silbido humilde. En "Bajo el Álamo" ya no son ellos, me sabe mal decirlo pero hay una enorme distancia entre esta canción y sus más gloriosas composiciones, en los tiempos de Lozano. Por suerte, es la última y no repercute en la trayectoria de un grupo que alcanzó alturas prodigiosas.
Todas sus canciones fueron recopiladas en un CD de bizarro y desastroso diseño, titulado Pop de los 60, y que apareció en 1988. Un cofre del tesoro en el que podréis escuchar la magnífica producción de los Iberos, y que está a vuestra disposición en este enlace:
Los Iberos. Pop de los 60 (grabaciones completas)
Fotos tomadas de Guateque.net
7 comentarios:
Cohonudo blog! Te añado a mis links. Si te quieres pasar por el mio estoy aquí:
http://reinodemondongo.blogspot.com/
Un saludo
F.
Hola Mondongo, también quedas añadido a mis links. Un saludo
Arrgfghh..no puedo descargarme "los Iberos"...me dice "error"....por cierto Odessey and Oracle en discos castelló a 24 € !!!!!!...vivir para ver !!!. Soy un 0 en cuanto a rock español de los 60...hay que ponerse al dia !!!.
Salut
Ostras Orbison! Pues suerte que me lo dices, había copiado mal el vínculo. Pero ya está solucionado y ahora funciona sin problemas.
Sobre lo del Odessey & Oracle: la verdad es que Discos Castelló es quizá el sitio en el que más he mirado y menos he comprado. Como busques algo un poco especial, de los 20 euros no bajas. Revolver, sin ser una maravilla, en mi opinión le da mil vueltas.
Pues este grupo, imprescindible. Al fin se puede bajar ya el disco.
Amigo, estupenda entrada la de Los Iberos.
Sólo conocía Corto y Ancho, pero estoy terminando de escuchar la recopilación entera y estoy encantado. Increible, muchas gracias.
Si quereis escuchar maquetas originales del grupo, os recomiendo visitar el myspace de Enrique Lozano, ha editado algunas que conservaba y allí se pueden oir. "Corto y ancho"os va a sorprender, sin duda
www.myspace.com/enriquelozanolosiberos
Adolfo Rodríguez no formó nunca parte de Solera, sino de Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán. "Mañana" no es de Honeycombs sino de Bay City Rollers. Y los The Millennium de los que hablas son con dos "n". Con una "n", Millenium, es una banda de jevimetalatope. Por lo demás, muy bien.
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