A principios de la década de los 80, adscritos a la energía pura y vital de la nueva ola y todavía lejos de los laberintos seudointelectuales en los que más tarde se perdieron, Radio Futura publicó Música Moderna. Un disco que rebosa entusiasmo, que sorprende por su frescura y que lo da todo en diez canciones explosivas y directas. Se trata de una sucesión de himnos juveniles, apuntalados a veces por interesantes atmósferas surrealistas, y sin lugar a dudas lo mejor que Radio Futura hizo nunca en su vida como grupo. Lástima que posteriormente les entrasen las ganas de ser modernos e integradores, lo cual casi siempre equivale a tener que acercarse a culturas musicales exóticas.
Pero no, en Música Moderna no hay nada de eso y la primera canción, "Enamorado de la moda juvenil", es un trallazo, un single lanzado a la cara con un estribillo convertido ya en clásico y que por entonces fue todo un éxito. La canción está cantada con ganas, alternando varias voces, y con el desparpajo que había inyectado la nueva ola a las canciones redondas de dos minutos. En "Ivonne" hay otra canción directa y que busca con obsesión el estribillo luminoso, entre unos sonidos electrónicos muy sutiles que son un puro adorno y el vaivén de un ritmo plácido. Por el contrario, "Cinco semanas en globo" es una angulosidad, la primera canción rara del disco, por decirlo de alguna manera, pero increíblemente adictiva, de guitarras amenazantes, voces en espiral y sintetizadores pantanosos. Pero en "Zombie", mi favorita, vuelve el sol, el optimismo y una guitarra que se disfraza con los ritmos del reggae para hacer pop, todo ello con los sonidos electrónicos que se repiten en todo el disco y que, sin molestar ni invadir las canciones, las impregnan de un peculiar envoltorio de aviones volando. Con estos sonidos aéreos comienza, precisamente, "Jarama", calculada, aritmética, precisa entre guitarras angulosas y la voz mecánica de Santiago Auserón. En estos pliegues más experimentales se nota la fuerte influencia en el disco de Roxy Music cuando aún participaba Brian Eno.
La segunda cara se abre con una brutalidad, "Divina", una excepcional versión de "Ballrooms of Mars" de T. Rex, realmente deliciosa, embriagadora con la manera lánguida de cantar de Santiago Auserón, los coros desapasionados y nuevamente un ritmo ligeramente reggae. Absolutamente inolvidable e infecciosa, se trata de un escalón más en un disco extraordinario. "Regreso a las minas del Rey Salomón" combina de nuevo el hieratismo de Auserón con unos pasajes sonoros inquietantes y un estribillo heroico y convencido. El solipsismo prosigue con "Muchachita", una introversión siempre presentada en formato pop, en este caso con armonías vocales y una estructura rítmica muy marcada. Porque el himno definitivo llega con "Trepidación", canción vertiginosa, futurista, que no da tregua de principio a fin y de la cual hasta el último de los detalles -increíble la lista de grandes ciudades a mitad de la canción- acaba haciéndose imprescindible. Un canto a la velocidad y la juventud, la última gran explosión de energía del disco antes de que llegue "La Máquina". Para acabar el disco, esta última canción parece de goma, da la impresión de estar a punto de derretirse, pero lo cierto es que sobre este volcán sonoro, el hipnótico estribillo no podía resultar más irresistible, repetido como una plegaria misteriosa hasta el final.
Música Moderna es un disco sublime, a la altura de otras obras maestras del pop español de aquellos años, como los primeros discos de Mamá o Nacha Pop. Sin embargo, es una lástima que también sea la parte de la historia de Radio Futura más desconocida e infravalorada hasta por el propio grupo. Como demuestran estas canciones, hubo vida mucho antes de La ley del desierto, la ley del mar y de las indigeribles fusiones de ritmos latinos.
Radio Futura. Música Moderna (1980)
Fotos extraídas de Radio Futura
5 comentarios:
Yo creo que Herminio Molero y sus teclados a lo Brian Eno, como tú comentas, tienen mucho que ver en el acierto de estas fantásticas canciones. Curiosamente se fue Herminio y se acabó la frescura juvenil. No sé si será casualidad. Pero es un hecho.
Bueno, para mí su mejor disco es "La Ley", pero entiendo tus razones.
Y la mejor canción -quizá coincidamos- "Rompeolas", la cara B del single de "La estatua del jardín botánico".
Siempre pensé que la deserción (o expulsión) de Herminio Molero fue más cuestión de imagen que otra cosa. No hay más que ver la portada del primer disco y encontrar de inmediato a Wally sonriente entre caras de chicos malos y atrevidos. Me parece que tras ese estallido pop, y una vez defenestrado Molero, Radio Futura quedó a la deriva, y aunque tuvo varios éxitos sonados perdió la capacidad de mostrarse como conjunto compacto. La voz de Auserón fue la argamasa con la que se sostuvo un grupo desnortado, aunque afortunado.
me parece muy bien que te guste tanto este disco y despotriques tanto del resto de su discografía (en lo segundo no coincido en absoluto), pero no adornes la crítica del Música Moderna con fotos de una formación que ya nada tenía que ver con lo que ensalzas. Un poquito de lógica. O conocimiento sobre lo que estás ilustrando, vaya.
Vaya creo que sois los únicos que no piensan que el mejor disco de Radio Futura es "la canción de Juan Perro", pero bueno para gustos los colores.
Del disco que citas si hay varias canciones que tuvieron sentido en su época y desde luego una eterna, la estatua del jardin botánico, pero nada que ver con ese discazo que es y será ¨la canción de Juan Perro", que en verdad es toda una "oda poética".
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