lunes, enero 07, 2008

Sceptre, "There's A Chance"

¿Cómo es posible enamorarse de un disco? La sensación nunca deja de ser gratificante, es una especie de manto cálido que envuelve los días y los hace especiales, que inyecta magia en cada uno de los engranajes de nuestra vida cotidiana. Si hay un placer mayor que escuchar un gran disco, es recordarlo y dejar que germine en nuestra cabeza, que sus canciones nos invadan sin compasión y nos hagan ver la vida a través de su filtro. El pop es una de las herramientas más potentes para sumergirnos en ese tipo de idealidades, quizá la manera más eficaz para acceder a través de la sensibilidad a esos resquicios del alma que aún necesitan creer en el paraíso. Y esto es ni más ni menos lo que ofrecen los californianos Sceptre con su disco There's A Chance, publicado en el 2006: un embellecimiento de la vida con canciones limpias, honestas, sencillas y adictivas, que hablan del amor y del desamor con ese punto de ingenuidad que provoca irremediablemente una sonrisa de ternura. Y todo ello preparado con los sonidos más limpios de la invasión británica, en un estilo que a veces nos recuerda a los Hollies, otras a los Searchers y casi siempre a los primeros Beatles, en un surtido vitaminas pop de no más de tres minutos que, sin embargo, suenan muy actuales.

Y es que There's A Chance está cargado con la energía del carisma. Es un disco humano, alejado completamente de pretensiones, preparado para arrullar y mecer y para hacernos sentir de nuevo adolescentes, a pesar de que los componentes del grupo son más bien maduritos. La voz de Mark Doughty, tan similar por momentos a la de Pete Dello, se acopla perfectamente a las canciones que él y Daniel Strelecki escriben. "There's A Chance", la primera canción, ya muestra nada más empezar todo el arsenal del grupo: coros cálidos, melodía sensible y guitarras cristalinas en un hechizo de apenas dos minutos que se adhiere desde la primera escucha. La ilusión continúa en "Hold Me", esta vez mucho más parecidos a unos hipotéticos Beatles de una imaginaria invasión británica, o a unos ardientes y melódicos Easybeats, con una melodía que es puro pop de guitarras recién venido de los sesenta y que hubiera sido número 1 en aquellos años. "Rock&Roll" es la pieza más festiva del disco, una sugerencia de desmelene bastante contenido que pega mucho con la filosofía del disco, al estilo quizá de las piezas más movidas y parecidas a Chuck Berry de los primeros Beach Boys. Pero "Shot Through The Heart" regresa a las canciones casi susurradas, dolidas, acolchadas entre guitarras tibias, y que son pura dinamita emocional.

"Lately" recoge las mejores esencias de las melodías de los Byrds, sazonadas nuevamente con un fuerte sentir beat que hace aparición en el estribillo y que la convierten en una canción tan delicada como deliciosa. El baño de sentimientos prosigue con "TLC", donde Sceptre demuestran sin bajar las revoluciones que son maestros en las canciones que se clavan en el corazón desde la nostalgia, la tristeza y la belleza, sin más efectos que sus instrumentos, sus gloriosas melodías y sus voces. "Don't You Know" se acerca mucho a los sonidos escoceses de Teenage Fanclub, es la canción más cercana al power-pop estándar que sigue los parámetros de Big Star, y aun así su melodía es como una ola de nata de la que nunca querremos bajarnos. En este festival del pop no podía faltar el acercamiento a McCartney, que es lo que propone "Anytime You Call", entre delicadas guitarras y percusiones que sugieren crepúsculos de ensueño. Y "I Want To Love You" recupera el pop primitivo de principios de los sesenta, en todo su esplendor inmaculado, como un sencillo alternativo robado de un juke-box de cualquier pueblo californiano.

Lo mejor de There's A Chance no son sólo sus referencias y su sonido unitario y estimulante, sino también la increíble consistencia de sus canciones, que nunca pierden fuelle, sino al contrario: las mejores vienen al final, todas juntas. "Bye Bye Baby" es una canción diseñada para curar el despecho, al estilo de "Not A Second Time" de los Beatles, un bálsamo para el desengaño que cuenta con una melodía etérea, infecciosa, que contagia resignación y fuerza. Después llega "You Never Call", una de las más refrescantes del disco, energética y directa, que se abre en un estribillo completamente desamparado, buscando una explicación, que podría servir como ejemplo de cómo el pop comunica estados inexpresables de otra manera. El particular tour de fuerza continúa con "I Do", mi favorita, una increíble obra de artesanía, en la que Sceptre concentran toda su ternura y su poder de empatía, con la voz más cálida que nunca y los coros más apasionados de todo el disco, lo cual no es decir poco, todo ello en un formato típicamente Beatle de los comienzos. Insuperable y distinguida, se trata de la guinda que todo gran disco contiene en su interior. Pero es que "Better Tell" está al mismo nivel, con los mismos recursos que todas las canciones, es decir, sencillez, emoción, un sonido desnudo y unas melodías que vienen de otro mundo, conjurando las cábalas de los sesenta. Se trata de grandes momentos musicales que dejarán huella en nuestra memoria, particularmente matizados por la última canción, "White Revolver", que la primera vez que escuché el disco no me pareció demasiada cosa -quizá tuvo que ver el nivel de lo que hay detrás-, pero de la que he acabado por hacerme adicto gracias a su amenazante guitarras y a una melodía que parece un descenso directo hacia la desolación melancólica, apática, sin pose. Ahora mismo no entiendo el disco sin ella.

Sobran las palabras para esta maravillosa obra de artesanía, un disco reciente aunque bastante desconocido, una de esas colecciones de canciones que insuflan de nuevo esperanza en el género humano y que demuestran que el sentir de los sesenta continúa vivo, aunque sea casi subrepticiamente y a la manera de francotiradores. Apasionante, abrumador, humilde, sensible y repleto de inolvidables canciones, There's A Chance es uno de los mejores discos que he escuchado nunca -en la línea de grupos como los Spongetones o The Red Button-, y que jamás me cansaré de recomendar. Podéis conseguirlo aquí:

Sceptre. There's A Chance (2006)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hey... este comentario en realidad no es sobre el disco que comentas en el pop (últimamente son tan completos y redondos que en realidad no hay nada más que comentar).

Te escribo en referencia a otro post que escribiste hace unos meses, el de The Zombies y su disco "Odessey And Oracle". Es que me acabo de enterar que para conmemorar el 40 aniversario del disco, los Zombies han vuelto a reunirse. De momento solo están ensayando para unos conciertos que darán en marzo, pero no descartes que se piquen y haya material nuevo de ellos.

Venga...

Mr. Glasshead dijo...

Los Zombies reunidos de nuevo! No tenía ni idea. Igual ahora incluso les dedican portada en RDL jeje. Una gran noticia, sin duda, aunque a ver qué tal lo llevan. Nuevas canciones de los Zombies en pleno 2008 sería ya directamente una pasada.

Gracias por la información Carrascus. Un saludo

Unknown dijo...

El disco es fabuloso, engancha a cada escucha. Sencillamente son canciones llenas de voces y guitarras que parecen extinguidas. Gracias de nuevo.

Mr. Glasshead dijo...

Me alegro un montón de que te haya gustado, Pepo. Sí, exactamente, parece un disco de otra época y tiene un alto poder adictivo, para mí uno de los descubrimientos del año