Sorprende la historia de los Remains, uno de los grupos estadounidenses que emergieron al calor de los nuevos caminos trazados por los Beatles. Soprende porque su pop, energético, cargado de melodías de alto poder adhesivo y de un estilo muy peculiar en el que tiene mucho que ver la voz de Barry Tashian -desganada, rebelde- y las guitarras ásperas, no se ajusta a su historia como grupo: una banda acomplejada, a la que nadie hizo mucho caso a pesar de haber firmado algunas de las mejores canciones que dio el pop cristalino de mediados de los 60. Quizá se trataba de su indefinición, con un Tashian voluble que hacía muchas cosas bien, pero muy distintas y sin constancia, quizá la excesiva desconfianza en sus posibilidades (jamás pensaron en publicar "When I Want To Know", sensacional composición, clásico instantáneo desde que fue concebida). Hoy día, escuchar su colección de singles es una delicia, todo un placer que se asienta sobre dos bases fundamentales: unas canciones fenomenales y un particular sonido, entre hostil y luminoso, tierno y gélido, que se despliega en pildorazos de dos minutos y medio.
Podemos citar "Why Do I Cry" para introducirnos en su sonido, la voz de Tashian ya traza espirales introvertidas, también cargadas de fuego, en una melodía circular, con un bajo obsesivo, sin por supuesto olvidar la importancia de un estribillo glorioso. "When I Want To Know" es demasiado, como ya he dicho cuesta comprender cómo no pudieron darse cuenta del calibre de este tema. No sólo es valiosa su insólita estructura, con una primera parte a caballo entre la voz de Tashian, voluntariamente dejada, y una sección rítmica sensacionall, del todo enigmática, para acabar con una breve explosión pop -dura apenas unos segundos- venida directamente de los grupos de chicas y de las canciones de Phil Spector. Un tema genial y perfecto, de escucha imprescindible, y el más claro ejemplo de dónde podrían haber llegado los Remains si se lo hubiesen creído más. "Ain't That Her" también tiene mucho encanto, es puro pop a lo Beatle, con mucho cuidado en las armonías y una melodía juvenil, fresca, resentida, que muestra la increíble habilidad de los Remains para abrir estribillos con garra, incrustrados como joyas. Otras canciones como "I'm Talking 'Bout You" muestran su lado más garage, más apegado al rock primigenio, faceta en la que tenía más importancia el bajista Vern Miller. En todo caso, su particular sonido, seco y áspero incluso en sus momentos más pop, hace que este tipo de canciones les venga muy bien, son capaces de acoplarse perfectamente a trallazos como "Say You're Sorry", fenomenal y rudo beat a garrotazos, con sus gotas de tristeza.
Sin embargo, el corazón sensible de Tashian fue el que al final ofreció las mejores canciones. Es imposible no sentirse atraído por "Baby I Believe In You". Su comienzo tiene algo de esotérico, suena demasiado moderna para haber sido grabada en el 65, otra vez son originales tanto en el ritmo que marca la batería como en ese sonido cristalino de teclado, y todo para moldear una canción de la que enamorarse, en la que los destellos melódicos chispean con frescura, con la naturalidad de los grandes. En "I Can't Get Away" parecen directamente los Rolling Stones, están a la misma altura que ellos en sus mejores momentos, con una melodía sinuosa, de cierto olor a incienso, en la que irrumpen unas vibraciones más propiamente rhythm & blues, lo que en conjunto conforma un mecanismo de precisa belleza y malsana adicción. Con "Me Right Now" siguen siendo clásicos, la canción, cabezona en el buen sentido, imposible más pegajosa, incluye además el mismo puente que "When I Want To Know" (iniciativa de Barry, porque le gustaba mucho y porque no pensaba que nadie fuera a escuchar nunca la canción en la que estaba originalmente). Las perlas caen una tras otra, "Time Of The Day" se presenta con un furioso ritmo garage (delicadamente envuelto en teclados de cristal) que no puede dejar de destilar el apego por la melodía directa. Por otro lado, la depurada estructura de "Once Before", al grano y desarrollada con guitarras al borde del estallido, nos hará preguntarnos el inexplicable motivo por el que los Remains pasaron tan desapercibidos en su época.
De "Mercy Mercy Mercy" hay que destacar la implacable batería, cortesía de Chip Damiani (que en todas las canciones daba muestras de su talento), así como esa melodía pop en la que se cuela una adictiva vena de soul a lo Motown. Y en "Heart" es del todo estimulante escuchar la progresión de ese blues sin concesiones, extendido como un latido traducido a notas musicales. Porque después llegan canciones como la excepcional "Thank You", otro de los grandes momentos de Tashian, y que habría sido un hit inmediato si hubiera salido de la pluma de los Stones en su faceta más melódica, un tema con aroma a raíces, pero aun así centrado en el pop. Podría hablar también de canciones con las que gozarón de una mayor repercusión, como la versión de Bo Didley "Diddy Wah Diddy" o, especialmente, la legendaria "Don't Look Back", que debe su reconocimiento a haberse convertido en una de las leyendas de la recopilación Nuggets, épica envasada en tres minutos, un memorable batiburrillo de garage, pop y blues.
Todas estas canciones salieron como singles y formaron parte en su mayoría de su único LP. Aquí os las dejo, esperando que disfrutéis de su peculiar y adhesivo sonido tanto como yo lo he hecho. Piezas sensibles pero con nervio, y en conjunto uno de los tesoros más valiosos de las profundidades de los 60.
The Remains. Barry & The Remains (1966)
Artículo recomendado: The Remains. Excitante garage beat de mediados de los 60. En Sensaciones Sonoras.
4 comentarios:
Creo que somos legión los que nos acercamos a ellos tras el Nuggets (como a tantos y tantos grupos, lo que hicieron Nuggets y Peebles nunca será sificientemente recompensado!), y no salimos escaldados.
Grandes sonidos, sí señor.
Buen artículo y Gran grupo a reivindicar. Apuntar que Barry Tashian colaboró en 10 discos de Emmylou Harris y con Gram Parsons en su debut "GP".
Maraviloso grupo con maravillosas canciones que merecieron mucho más. Garage con alma beat y corazón de R&B.Canciones rotundas de esas que erizan el vello y revolucionan las emociones. Indispensables !
Gracias por la mención.
Deacuerdo con tu homenaje a una de las muchas bandas caídas en el olvido. Tengo un cariño especial a los Remains y en particular a ese Don't Look Back con el que he bailado en tantas ocasiones. En mi opinión, uno de los temas que puede concertrar una parte del espíritu sixties.
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